El que volvía aseguró que "veinte años no es nada"
(con esa fea costumbre de los letristas de forzar las rimas cometiendo errores sintácticos garrafales)
Por el contrario, veinte son mucho.
Hasta cuatro años son muchos.
En cuatro años se puede desmantelar un estado de mil, como estamos viendo.
En cuatro años se puede arruinar una economía próspera, como hemos visto.
En cuatro años se puede perder la facultad de asombro, al ver tanta tontería en asuntos exteriores, fomento y la mesa del consejo.
En cuatro años, es posible desternillarse viendo cuántos pierden cuánto la vergüenza.
Ahora, hemos entrado en la era del Chikilicuatre.
Algunos catalanes (los más racistas), dicen qu España es un estado inmaduro.
Precisamente es un catalán el que ha impulsado el desaguisado, quizá para confirmar la inmadurez de los votantes.
¿A cuántos ministros los veremos ponerse extensiones para tener tupés a lo Elvis?
miércoles, 12 de marzo de 2008
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1 comentario:
Y poronto podríamos verlos hasta con bata de cola,al paso que van
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