EL RACISMO DEL NACIONALISMO CATALÁN

Una más y van…
En su momento, Mas dijo que no se podía admitir a un presidente de la Generalitat llamado “Montilla”. Es ahora la ínclita e inefable Marta Ferrusola la que afirma sentirse molesta porque sea un andaluz quien presida el gobierno regional. No parece importarle que ese andaluz –al que en su pueblo llaman “traidor”- sea, precisamente, quien de modo más furibundo está trabajando por la desmembración de España.
Para quien haya vivido en Barcelona es evidente que un charnego lo es hasta la muerte para los independentistas e, inclusive, por los siglos de los siglos de sus descendientes, hijos, nietos y bisnietos; siempre serán charnegos. A los españoles de otros sitios, les resultará difícil comprender que, por ejemplo, los hermanos Muñoz, de Estopa, que tanto dinero les dan a Cataluña para ALIMENTAR EL COMPLEJO DE SUPERIORIDAD DE LOS INDEPENDENTISTAS, son considerados charnegos por estos racistas intolerantes. También son charnegos los Sánchez Vicario, Mónica Naranjo y tantos otros, y por eso hay quien, siendo turolense e hijo de guardia civil, se enmascara tras un nombre inventado para ocultar su nombre de José Luis Díez.
Para ver hasta cuáles extremos puede llegar la intolerancia y la crueldad de los independentistas, hay que haber sido charnego con dieciocho años en un barrio obrero como Guinardó