Acabo de ver propaganda racista-nazi-separatista, donde presumen de Jaime I.
Parece que muchos ignoran o tratan de ocultar que Jaime I NO ERA CATALÁN. Pedro II, su padre, se vio obligado a casarse con María de Montpelier, una señora que debía de ser muy fea o antipática (algunos datos hacen dudar de la virilidad de Pedro II), porque cuando se desposó, el rey no quiso yacer con ella y tuvieron que disfrazarla para que él la aceptase en su cama.
De aquella única coyunda, fue engendrado y nació Jaime, un niño que el vencedor de las Navas de Tolosa odió despiadadamente. Nació en el castillo de su madre y nunca fue traído a España hasta su coronación. Tanto fue odiado por Pedro II, que éste lo usó como moneda de cambio frente a su peor enemigo, Simón de Montfort, el siniestro, crudelísimo y ambicioso exterminador de los cátaros. Jaime fue entregado por su propio padre como rehén de guerra, con la promesa de que cuando fuese mayor permitiría que se casara con la hija de Montfort. Creció Jaime y se educó encarcelado en campamentos de la cruzada anti-albigense.
Una vez que Pedro II murió, al no haber engendrado otro heredero (tal vez no podía), Jaime vino a hacerse cargo del reino. En el panegírico de las exequias de su padre, hizo una proclama apasionada y solemne que está registrada en todos los libros de historia: “Pedro II se ha ido. Ha muerto el rey más magnánimo de España”
martes, 1 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Madre mía...Con todos mis respetos, utilizar el término España en el S.XIII...Qué tal si hablamos de la España de las Guerras Púnicas....Menos mal que no le gustan los nacionalismos...
Publicar un comentario